Apaguen las luces y vámonos

Una vez más la maquina celeste está eliminada previo a la fiesta grande del futbol mexicano. Sexto torneo en fila sin liguilla, periodo en el cual ha habido cuatro técnicos diferentes, unas cuantas incorporaciones y los mismos resultados.

Hoy el equipo salió con un único objetivo, buscar los tres puntos para así mantener una efímera esperanza de liguilla. La afición como siempre cumplió, abarrotó el estadio del flamante campeón de la CONCACAF, el Estadio Hidalgo, como suele ser, fue una segunda casa para el conjunto azul.

El partido comenzó con un ritmo lento, las ausencias y el cansancio del equipo de Diego Alonso impidió que practicarán el fútbol dinámico al cual estamos todos acostumbrados. Como ya es costumbre Jeméz arrancó con sus tres contenciones y Cruz Azul empezó a mover el balón a su ritmo, sin embargo sorpresivamente al minuto 26 el profe optó por sacar a Gabriel Peñalba, quien empezaba a dar esbozos de dar salida al equipo con sus tradicionales pisadas , para darle entrada al Chaco. No entendí el cambio, ni el mismo Peñalba parecía entender muy bien el porqué. Si bien el Chaco aporta mucho en la generación del juego, el partido se prestaba para alguien con más fuelle y cadencia.

La defensa como lo ha sido a lo largo del torneo fue un verdadero desastre, cada perdida de balón en medio campo dejaba evidenciados a los centrales, en especial al chileno Roco que se vió obligado a realizar recorridos larguísimos durante todo el partido y en algunos manos a mano se notó su lentitud. De una pérdida de balón nace el primer gol de Pachuca, en fuera de lugar, pero eso no justifica a la endeble defensa azul.

Inmediatamente, de la nada el gato Silva sacó un centro que más bien parecía un cambio de juego, con el cual se encontró Richard Ruíz, quien acertó a meter un cabezazo a pierna cambiada del Conejo que nada pudo hacer. La maquina vino a más y en otro gran pase de Silva, Martín Rodríguez fue derrivado en el área y se señaló la pena máxima, misma que Cauteruccio hizo efectiva. ( Su primer gol del torneo, ¡En la penúltima jornada!).

Como es costumbre el equipo reculó y trató de aguantar los embates, sin embargo todos sabemos como terminó la historia. Lo cuestionable aquí son las declaraciones de Jeméz, hablando de las posibilidades de un gol de un portero o que esas cosas sólo le pasan a su equipo. Mucho alarde hubo por la bruja que le fue a hacer su limpia al equipo hace dos semanas, pero siento que es parte del mismo problema.

Hasta que el entrenador no admita que su línea defensiva tiene actuaciones pauperrimas, hasta que no se trabaje hasta el cansancio la táctica fija (Tanto ofensiva como defensiva), hasta que los jugadores no crean pertenecer a un equipo ganador y no a uno de mentalidad diminuta, no habrá un cambio de verdad. Hoy todo el equipo tiene que reflexionar que hacer con su futuro, Jeméz debe de pensar si se queda, con el riesgo de hundir otro bote más (recordemos que el Granada que el armó el verano pasado acaba de perder la categoría). Mientras que los jugadores por su parte deben de pensar si quieren acabar como Joffre Guerrón, es decir que nadie más los quiera por su falta de calidad y su sobre precio. Como dijo Chaco hace unas semana que se quede quien se quiera quedar.

A Cruz Azul le hace falta una limpia, pero no de una bruja, mas bien una limpia futbolística. Volver a empezar de cero en agosto, empezando por dejar de dar pena y recuperar paso a paso la gloria perdida.

Algunos pensarán que el torneo acabó hoy para Cruz Azul, que mejor apaguen las luces y vámonos, pero con el cociente encima el próximo torneo todos los puntos serán vitales por lo que dentro de 8 días habrá que salir por los tres puntos, tal y como se debe de pelear un descenso.

Espero sus comentarios.

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